Tenemos al alcance de la mano los instrumentos necesarios para diseñar y construir un futuro que sea digno del potencial humano. El Proyecto Venus intenta mostrarnos cual es la dirección que debería tomar la humanidad para efectuar un rediseño total de nuestra cultura, utilizando el principal recurso del homo sapiens: nuestro propio ingenio.
Es cierto que en varias oportunidades grupos de sociólogos y expertos han intentado formular estrategias de cambio similares, pero en general solo se han referido a cambios superficiales. El Proyecto Venus enfoca este tema de una manera diferente, tomando en cuenta aspectos políticos y económicos, para proponer una nueva civilización mundial sostenible y diferente de cualquier sistema social que haya existido antes.
En la nueva cultura, las guerras, la pobreza, el hambre, la degradación ambiental y el sufrimiento humano son inaceptables. Está claro que los problemas que hoy enfrenta la humanidad no pueden ser solucionados política o económicamente de forma rápida, ya que no parece haber suficiente dinero para financiar los cambios necesarios, a pesar de tener bastantes recursos naturales. Por este motivo el Proyecto Venus se basa en la transición de una sociedad monetaria a una basada en los recursos globales. Por supuesto, este cambio requerirá un salto cuantitativo tanto en el pensamiento como en la acción.
La humanidad desde hace siglos ha basado el intercambio de bienes y servicios en el dinero. Todos los sistemas económicos del mundo, incluidos el socialismo y el comunismo, provocan la estratificación social porque están basados en la disparidad económica. Un sistema social que emplea dinero o el trueque provoca que la gente intente mantener una ventaja dentro de la competitividad económica. En la busca de esa ventaja se emplean métodos abusivos, injustos y hasta violentos.
Este es el método de intercambio que emplea hoy la humanidad, y a menudo no es capaz de proporcionar un nivel alto de vida para cada uno de nosotros, ni tampoco puede asegurar la protección del medio ambiente porque el motivo principal es el “beneficio propio”. Como dicen en The Venus Project, el cambio cultural no ha acompañado al cambio tecnológico.
Jacque Fresco es uno de los impulsores más grandes de este cambio, y apuesta a una economía basada en los recursos. En esta forma de economía, todos los bienes y servicios están disponibles para todos, sin necesidad de dinero, créditos, trueque, o cualquier otra forma de deuda o servidumbre. Según Fresco, la Tierra es abundante en recursos naturales, y la práctica actual de racionarlos por métodos monetarios es contraria a nuestra supervivencia.
La sociedad moderna tiene el acceso a tecnologías sumamente avanzadas que nos podría proporcionar alimento, ropa, alojamiento, asistencia médica, educación y energía (no contaminante) ilimitada. Sin embargo, esto solo puede lograrse con un uso inteligente y humano de la ciencia y la tecnología.
Muchas personas creen que la tecnología es la causa principal de la contaminación ambiental. Esto es falso. Lo que ocurre es que se está haciendo un mal uso de la tecnología. Las máquinas deberían servir para darnos mejor calidad de vida, para que tengamos menos horas de trabajo y más vacaciones.
Según puede leerse en The Venus Project , “si todo el dinero del mundo fuera destruido, dejando la superficie del suelo, las fábricas, y otros recursos intactos, el hombre seguiría siendo capaz de construir aquello que desea y satisfacer también cualquier necesidad.” El dinero no es lo que la gente necesita, sino el libre acceso a las cosas básicas de la vida. En una economía basada en los recursos, el dinero no sería necesario. Todo lo que se requeriría sería los recursos y la fabricación y distribución de los productos.
Cuando la educación y los recursos estén disponibles para toda la humanidad, sin un precio, no habrá ningún límite al potencial humano. En tal sociedad, la medida del éxito estaría basada en el cumplimiento de búsquedas individuales más que en la adquisición de riqueza, propiedad y poder.
Jacque Fresco también ha explicado detalles de cómo esa sociedad basada en los recursos construiría sus ciudades: 'Creo que la mayoría de las viejas ciudades tienen que derribarse, y extraer de ellas todos los recursos posibles. Y es mucho más fácil rediseñar una ciudad como un sistema operativo, como un todo, que intentar rehabilitar las viejas ciudades y actualizarlas: esto no sería viable económicamente.”.
En una entrevista al programa “Redes” de TVE expresó que 'cada ciudad se diseñará como una ciudad universitaria que ayude a mantener al día a todos los ciudadanos en todo lo que es nuevo, y cómo se relaciona la ciudad con otros sistemas vivos. La ciudad también debe contener centros de arte, de música, escuelas, dentistas, tiendas,... de manera que las personas no tengan que ir en coche en una dirección para ir al dentista y en otra para ir a las tiendas y en otra dirección para el trabajo.
En resumen: la ciudad debe ser un sistema autosuficiente similar al cuerpo humano. Debe poder regenerarse y debe geerar suficiente energía para que funcione. La ciudad debe estar controlada por ordenadores. En las ciudades del futuro, con inteligencia interna, las ciudades podrán pensar, prepararse a sí mismas, mantenerse y ponerse al día así mismas basándose en la razón, los descubrimientos y la tecnología y metodología.”
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